CANTOS
Canto de luna que baja del cielo que
llega a mi alma y abraza mi cuerpo ya descalzo, que calma mis tardes de afán y
tareas, dando por fin a mi cuerpo un momento de paz y descanso.
Canto del agua revoltoso y alegre, que corre con saltos y suave alboroto,
refresca el verano, templa el
invierno, es vida, es sonrisa, es calmo y violento.
Canto del árbol que mece en sus
hojas los nidos de aves que buscan su sombra, cobijo de amores, recuerdos y juegos
que guarda en sus ramas y troncos añejos.
Canto de amor, ese que añoro, que
canta mi amado en noches de gozo, notas de cristal que reviven mi
cuerpo y regalan la magia de cariño que no ha muerto.
Canto de mar, inmenso y cautivante,
de olas furiosas repetitivas y estruendosas, de sal, espuma y fuerza que traen a
mi mente, historias de sirenas, caracolas y marinos fuertes.
Canto, mi canto que quiere salir,
del alma de quien busca sólo hacer sentir, a quien lo escucha el verdadero vivir y espera que encuentre en los sentidos del ser
amado, abrazo fuerte y un lugar donde ser atesorado.
María Angélica Pinochet Brito
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